La Ecopsicología surge en los años 80 en California (E.E.U.U), de la mano de un grupo de académicos provenientes de diferentes universidades de Berkeley, que buscaban qué aporte podía hacer la Psicología ante la crisis ecológica ya existente en ese tiempo. La respuesta fue el desarrollo personal.
Muchos de ellos provenían del ámbito de Ecología Profunda (Deep Ecology), otros de Psicología Transpersonal y Psicología Humanista, pero también de otras áreas como por ejemplo la Historia. Juntos acordaron que la mayor contribución que la Psicología podía hacer por la Ecología es la evolución de consciencia de los seres humanos.
Sin duda el más valioso regalo que podemos dar a las siguientes generaciones es dejar el mundo mejor de lo que lo encontramos, o al menos proponer caminos de solución.
De esta forma, la Ecopsicología nace de la integración de la Ecología con la Psicología con la siguiente visión:
cuanto más consciente una persona ES, más cuidadosa se convierte de su entorno
y a mayor capacidad de valorar la naturaleza, más salud y mejores vínculos.
La Ecopsicología es una perspectiva que brinda la oportunidad de mirar nuestro lugar y nuestro accionar en el mundo de una manera diferente.
Propone volver a vernos naturaleza, con los procesos y cambios, equilibrios y desequilibrios.
Nos da la oportunidad de cambiar el punto desde donde nos explicamos cotidianamente la vida y de adoptar decisiones diferentes que apoyen la sustentabilidad de nuestra propia existencia y la del planeta.
“Somos Naturaleza”, y por lo tanto lo natural es habitar nuestro planeta en armonía, paz y libertad con todos los seres de los diferentes reinos – Animal, Mineral y Vegetal – fundándose en el respeto a la otredad, a la integridad como bandera ética y a la manifestación de profundos cambios del alma humana.
La Ecopsicología crea redes conceptuales y teóricas
que adhieren a la belleza de saberse parte de un todo mayor, inconmensurable e infinito,
donde nadie ni nada es más que el otro, donde cada vida es única e irrepetible.
‘’Si queremos recomponer el planeta, si queremos salvaguardar lo que nos queda de naturaleza, hemos de ser lo suficientemente valientes de tomar contacto con aquello que nos recuerda que somos tan potentes como la más pequeña de las criaturas que viven en este mundo, y que somos tan vulnerables como siempre lo hemos sido’’
La apatía y el dolor generados ante la cada vez mayor pérdida de terreno para la expresión del alma salvaje humana deben ser reemplazados por la confianza en los procesos naturales, a fin de que la automatización de las vidas personales no reemplace el verdadero sentido de la vida.
La Ecopsicología sostiene que el bienestar psicológico de la humanidad actual depende de nuestra capacidad de vincularnos con la naturaleza, y que la presente situación de destrucción es generada por la separación que el ser humano moderno se ha auto impuesto. El bienestar psicológico es el que nos permitirá cuidar de nuestro entorno natural, y para alcanzar este fin es necesario volver a relacionarnos sanamente con la naturaleza exterior e interior.
Los postulados que desarrolla desintegran cualquier tipo de pensamiento único que quiera prevalecer como verdad totalizadora. No es una religión, ni una ideología, no remite a ninguna corriente política o doctrina, pero sí tiene un profundo respeto por ellas.
La Ecopsicología se ocupa de estudiar y restablecer la conexión entre nosotros y el mundo, a través de reencontrarnos con nosotros mismos, con aquello que somos como seres vivientes, con nuestra esencia siempre cambiante, y como parte del ecosistema de este universo.
El principal objetivo de la Ecopsicología es reconocer que el estado en el que nos encontramos los seres humanos en la actualidad es un fiel reflejo del estado en que se encuentra nuestro planeta, y que lo generamos es un espejo del estado psíquico de la humanidad.
Ayudarnos a recordar quiénes somos, observando lo que nos rodea, ver a la naturaleza no solo como un lugar a visitar, sino como un ejemplo de que la vida está en un constante flujo, sin intentar controlarla.
Desde esta perspectiva, se trabaja la relación del ser humano con la naturaleza, la relación entre los hombres, y del hombre con su interior.
Para recuperar un sentido de comunión con la sociedad y el ambiente. La Ecopsicología toma algunos aspectos de rituales indígenas, insertándolos en el contexto cultural contemporáneo. A través del encuentro con el ambiente natural, se propicia la escucha interior de aspectos más profundos y vitales del ser, que muchas veces olvidamos en la vida cotidiana.
Para la Ecopsicología como para otras terapias, la etapa crucial del desarrollo es la vida del niño.
El inconsciente ecológico es regenerado, como si fuera un regalo, en el encantamiento del recién nacido por el mundo. Por ello, busca recuperar la experiencia de la cualidad animista innata infantil recurriendo a diversas fuentes, entre ellas las técnicas de curación tradicionales de los pueblos originarios, el misticismo natural expresado en la religión y el arte, la experiencia de la vida silvestre (Wilderness), las ideas de la Ecología Profunda (Deep Ecology).
Así, por ejemplo, los himnos de Wordsworth al amor infantil hacia la naturaleza, son textos básicos para el desarrollo de la Ecopsicología, un primer paso hacia la creación del Ego Ecológico (Ecoself), el cual madura hacia un sentido de responsabilidad ética con el planeta, que es vivencialmente experimentado como nuestra responsabilidad ética hacia los demás.
Asimismo, el zoólogo de Harvard E.O. Wilson ha planteado la posibilidad de que los humanos poseen la capacidad llamada “Biofilia”, definida como “la afinidad emocional innata con otros organismos vivos”. Ve a esto como una fuerza muy importante que trabaja para defender la biodiversidad del planeta en peligro.
Uno de los proyectos terapéuticos más importantes para la Ecopsicología es la reevaluación de ciertos rasgos de personalidad que impregnan nuestras estructuras de poder, y que nos permiten dominar la naturaleza como si fuera un reino extraño y sin derechos.
El Ego Ecológico madura hacia un sentido de responsabilidad ética con el planeta, que es vivencialmente experimentado como nuestra responsabilidad ética hacia los demás.
La Ecopsicología sostiene que hay una interacción sinérgica entre el bienestar planetario y el bienestar personal:
las necesidades del planeta
son las necesidades de la persona,
los derechos de la persona
son los derechos del planeta.
Generar conciencia para la co-creación de una nueva humanidad a través del desarrollo personal,
la restructuración del sistema de valores y la conciencia activa
en busca de soluciones a los problemas medioambientales.
La aplicación hábil de ideas ecológicas para la práctica de la psicoterapia.
El descubrimiento de nuestro vínculo emocional con el planeta.
La Ecopsicología plantea, al igual que los antiguos, que existen otro tipo de sueños que de alguna manera,
y tal como ellos lo dicen, fueron sembrados en nuestro corazón.
Nosotros somos el sueño de las antiguas generaciones, y también somos los portadores del sueño
de aquello que decidamos es nuestra fuerza directriz, más allá del nombre que elijamos ponerle
(Dios, Gran Espíritu, Ñamandú, La Diosa, etc.).
Ese sueño que traemos en nuestro corazón es nuestra mayor contribución fraterna al mundo de hoy.
Cada uno de nosotros somos portadores de un sueño que puede ser el aporte que otro está buscando,
y en IES Training nos abocamos a encontrar, trabajar y desarrollar ese sueño profundo en cada uno de nosotros,
dándole forma a través de un proyecto de trabajo.
La Ecopsicología tiene sus raíces en Deep Ecology (Ecología Profunda), que surge en la década de los años 60, con autores como Robert Greenway (quien trabajaba con Abraham Maslow), Bill Devall y Paul Sheppard, entre otros.
En1989 se formaliza en el ámbito académico de Berkeley (California, E.E.U.U.) de la unión de la Ecología con la Psicología, con el objetivo de generar conciencia de la necesidad de reconciliarnos con la Naturaleza y de medir nuestra interdependencia con ella para cuidarla mejor y potenciar la salud humana.
Esta perspectiva se apoya en el desarrollo académico de diversos autores quienes han procurado profundizar su preocupación por el desequilibrio ecológico y la responsabilidad humana, llevándola a un trabajo directo en la naturaleza, a través de la práctica de la ecoterapia, ceremonias indígenas, meditaciones, retiros, entre otros.
Los máximos referentes de la Ecopsicología son Theodore Roszak, Robert Greenway, Ralph Metzner, Paul Shepard, Bill Deval, Arne Naess, Johanna Macy, entre otros.
La IES nace en el año 2005 como European Ecopsychology Society, fundada por Jorge Conesa Sevilla, psicólogo, semiólogo y biólogo, alumno de Bill Deval, y actualmente dirige varios proyectos relacionados a la Ecopsicología en los EEUU.
Docente de la Universidad de Hayward, California.
Publica el primer libro de Ecopsicología: ‘’The voice of Earth» (“La voz de la Tierra”)
Fritjof Capra cita a Roszak y la Ecopsicología en su libro “La Red de la Vida”, abriendo paso así a su lanzamiento mundial.
Jorge Conesa Sevilla (EEUU) invita a Marcella Danon (Italia) a fundar la European Ecopsychology Society.
La European Ecopsychology Society se transforma en la International Ecopsychology Society, con sede en Suiza.
La IES es una asociación destinada a desarrollar los valores de la Ecopsicología en el mundo, nucleando representantes de la misma para 12 países, y continúa en franca expansión.
IES – RED INTERNACIONAL: EEUU, Italia, Grecia, Uruguay, España, Argentina, Australia, Puerto Rico, Chile, Brasil, México, Sudáfrica y Perú (en trámite).
Actualmente la Ecopsicología está inserta como carrera de grado, maestría o cátedra en diversas universidades del mundo, y desarrolla actividades institucionales, privadas, organizacionales, académicas, psicoterapéuticas y ambientales.